La castaña es el fruto del castaño (Castanea sativa), árbol de la familia de las fagaceae, nativo de climas templados del hemisferio norte. El fruto es una cápsula subglobosa muy espinosa (zurrón), dehiscente por 4 valvas, que mide entre 5-11 cm de diámetro y que contiene usualmente 2-3 aquenios que son las castañas propiamente dichas.
Se conocen unas trece especies de castaños, todos ellos en el hemisferio norte. En Europa sólo tenemos una, el castaño europeo Castanea sativa, pero en Asia existen otras cinco más y en Norteamérica se conocen siete. Las tres especies de castaños cuyas castañas se consumen de forma más generalizada son la nuestra, el castaño europeo, la castaña china Castanea mollissima y la castaña japonesa Castanea crenata. Se han realizado injertos y conseguido especies híbridas entre ellas que han ofrecido un mejor rendimiento comercial.
El castaño (castanea sativa) es originario de Europa meridional y Asia Menor. Forma grandes bosques en suelos que deben ser frescos y húmedos. Fue introducido para su cultivo, y ocasionalmente naturalizado, en países de todo el mundo.
La castaña siempre ha sido considerada como uno de los mejores frutos secos, tiene 3000 años de cultivación en China. Según una crónica, hacia el siglo X ya había huertos de castañas y comerciantes que hacían castañas fritas con azúcar.
A diferencia de las castañas europeas, están protegidas con punzones muy duros que pueden llegar a ser extremadamente dolorosos. Por otra parte los castaños japoneses son magníficos, mucho más frondosos que las variedades europeas.